martes, 3 de enero de 2012

El Arte de las Musas

Agonizo en el espejo, me observo: no veo notas musicales.

Comienza un nuevo día. La esperanza abriga tu senda.

Sonríes, caminas, hablas, escuchas, pides, recibes, ríes.
Frunces, gesticulas, haces, saltas, agachas, preguntas, invitas.
Luchas, reordenas, cumples, olvidas, vives, mueres, sorprendes, insistes.

Final del día. Lo enciendo. Y empiezo a rememorar.

¿Dónde quedó ese río? ¿Dó el fluvial aluvión de sonidos?
¿Y esos sensibles roces? ¿Qué fueron de las caricias al alma?
Y tras todo esto... ¿Qué es un zénit sin un inicio ni un final?

Final. Lo apago. Comprendo. Me giro: mi imagen.

Agonizo en el espejo, me observo: no veo notas musicales.

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